Carlos Wertheman pudo haber sido muchas cosas que no fue, por decisión propia, por rebeldía, porque siempre buscó los caminos más intrincados para eso que parece fascinarle tanto: sorprendernos.Reconocido y exquisito Blogger, hace un tiempo ya, conduce con su particular estilo un programa inclasificable, algo así como un circo freak, en donde todo lo que no podría decirse en la televisión normal, sucede aquí, desde un programa dedicado a aficiones a otro para elucubrar que tan freaks son los frikis hablando de sí mismo.
Con seis ediciones circulando en la red, creo que es momento de referirse al programa/proyecto de encontrar un espacio de conversación distinto, de esos censurados en señal abierta,justamente por eso, por impagables, porque en un país en el que la cultura perdió definición y el diálogo es casi una práctica subversiva el programa de Wertheman y la producción que soporta el blog desde el cual inundan la blogosfera de conversaciones extrañas, escenografía mínima y el casí sempiterno polo rojo de Carlos, en IMPAGABLE encontramos una apuesta por las cosas que no se dicen, que parecen no importarle a nadie.
Hasta ahora la edición que más disfrute fue la dedicada a la de ciencia ficción, y aquí se las dejo para que aprecien el programa por si mismos, sino lo habían descubierto antes, no habrá excusa para no verlo, no me pregunten sobre la frecuencia?, lo ignoro; quien escoge a los invitados? me tiene sin cuidado; que buscan con el programa? pues nada, sólo demostrar que hay tantas cosas por decir.
Impagable 04 – Ciencia Ficción
http://video.google.com/googleplayer.swf?docId=3382421217457394417&hl=es
Archivo de la etiqueta: Carlos Wertheman
Domingo inmovil
En el Perú, por las maravillas esas que sólo los políticos pueden inventarse, estamos inmovilizados, a la espera de ser censados, así que me espera una larga tarde combinada entre escuchar música, darle una mirada a un libro de Harold Bloom que ayer compré, revisar el artículo que hoy le pública el suplemento dominical de El Comercio a mi amigo Carlos Wertheman sobre la saga Civil War de Warner, reanudar una conversación interrumpida, hacer zapping entre la definición en interlagos y una serie sobre decoración que me tiene completamente atrapado y recordar con nostalgia que a pesar de todo este ha sido un buen fin de semana, sobre todo por B., y su capacidad de sorprederme, de soportarme y de ser tan buena cómplice por sobre todas las cosas.
La resaca sobre "Parque" y el rescate de una lectura
Espero que finalizado el efecto generado por mi post dedicado al más reciente poemario de Carlos Wertheman, he de rescatar el comentario del blogger Oscar Pita Grandi, quien expresa una lectura que me resultó interesante, y por ello la inserto aquí:«(…)hablando de poesía y habiendo leído el libro, me quedé con la sensación de haber sido mudo testigo de paseos inconclusos aunque traviesos y bizarros. Inconclusos porque no se desea sentarse en ninguna banca de parque sino, mejor ocultarse tras el recuerdo de alguna habitación. La poética de Carlos me agrada porque tiene ese ir y venir de lo moderno y experimental a lo íntimo y retórico;en eso va hilando unos versos que dejan de serlo tan pronto como sus personajes se vuelven entrañables y entonces ya es una narración prosaica que plasma intimismo. Cierto es lo que señalas respecto de algunas formas personales, aunque también creo que esas voces personales son las que forman la vaguedad, el ilimitado universo de sensaciones en que sus personajes, obstinados,persisten circular. Una vaguedad que presentimos bajo la forma de un parque cualquiera»
CARLOS WERTHEMAN y la celebración amorosa de la ausencia
Hace unas semanas (un mes quizás) recibí Parque, el segundo poemario que acaba de editar el poeta peruano Carlos Wertheman (Lima, 1974) se trata de un proyecto tanto como objeto -el libro- que como desarrollo -la poesía- mucho más ambicioso y logrado que City, su primer texto editado.(…)sus palabras son temores, pasados, sueñoslos titubeos de la gran historia que no escribiótodos los nombres que articuló y hoy se pierden(durante años te he conocido,te he perdido y te he buscadoescribí cada uno de tus temorescreé un espacio para tique juzgaste pequeño) (…)Parque en realidad es la poetización de la historia de Mauro y Sonia, o podría leerse en todo caso como el fragmentado recuerdo de una relación amorosa fracturada y que descansa en el recuerdo y la añoranza de la ausencia.(..) Mauro construye laberintos en el airesu hogar no es excesivamente común(pero en otros sitios lo buscarían más)huye de lo que desconoce y está presentesu lenguaje comprende unos monosílabos(cuando quiere) (…)
Los versos estan llenos de referencias al mundo interno del Yo-Poético, que algunos podrían confundir con la turbadora biografía del autor. Es un libro de busquedas, de una en especial, encontrar el rumbo hacia la época del amor común, por eso el anclaje de la historia que recorre los poemas es el recuerdo de pareja, en un espacio común a esta (el parque al que alude el título)(…) pero la luz, aunque igualno permite escondrijosestar oculto a la vistaese si es un mérito (…)
Podría criticarsele al poeta, le exceso de alusiones personalísimas con las que dota al personaje de Mauro, en ocasiones estas confunden al lector, o quizás podriamos pensar que el poeta no ha querido hacer concesiones, que su intención inicial fue que lo ficcional cobrara suficiente entidad para parecer tan intenso como real.(…) si hoy caminara a tu casaignoro las posibilidadessiempre creí en no remover el pasadola infancia no se tocapero nuestra disolución comenzó con tanta extrañezaque aun mantengo el calor de tus pechos en mis dedos (…)***pd: los textos en azul son versos extraidos del libro
Presentación del Poemario "Parque" de Carlos Wertheman
Me llega un mail invitándome a la presentación del nuevo libro de Carlos Wertheman, a su vez yo los invito y dice:
PARQUE
De Carlos Wertheman
Presentación:
viernes 16 FEBRERO. 7:30 pmJazz Zone , Av. La Paz 656, Pasaje El Suche, Miraflores
Comentan: Alonso Rabí y Frido Martin.L a n z a m i e n t o d e l Pr o y e c t o P o s t a l.
Vino de honor.
Carlos Wertheman publica un nuevo poemario
La semana pasada el siempre activo poeta Carlos Wertheman me confirmó su segundo poemario, Parque ya había salido de imprenta, este libro que tuve el gusto de leer en una de sus versiones embrionales, espero tenga la recepción que el trabajo y cuidado invertido en la construcción de cada uno de los poemas que lo conforman se merecen.En las próximas semanas el libro estará llegando a librerias, y espero realizar algunas otras precisiones sobre tan esperada publicación.
CARLOS WERTHEMAN: el cartógrafo de ciudades perdidas
Tú
Tu voz en el teléfono no es ya todo lo cálida
que debiera,
no aprendiste a saludar nunca
y tu sonrisa, cuando me dices que no soy
el monstruo que pintan,
ya no muestra más
que unos dientes filudos reunidos en comité.
Tu ausencia se equipara al vapor de mis mañanas
y al sol que enfría mi café las tardes de agosto.
ESTACIÓN
La distorsión del vídeo bajo el reflejo de tu rostro,
el inacabable sonido, la omnipresente estática
apenas distinguible, la voz de Bowie entre las líneas del patrón de prueba,
una batalla en el fondo de la habitación que no puedes resolver con un grito.
Un monitor que no devuelve nada salvo el incremento de unas dioptrías.
Y no puedes llenar la página
con nada que se pueda leer un minuto después;
nada, salvo la tentación de la tecla delete.
Los muslos que ambicionas, exhibidos detrás de un mostrador,
la muerte a mordiscos sobre un plato que no tocarás,
tus arterias endureciendo lo que te queda de estómago,
un dolor mitigado a pastillas y la obligación de sonreír al personal,
una hostia se hace polvo en tus dedos
pero no hay absolución posible
en los gestos de quien se sacude la humanidad cada mañana
al descender al infierno.
Aprendes un nuevo lenguaje, en los gestos, las numerosas maneras de negar
enarboladas las banderas de la exclusión,
del yo no es lo mismo.
Un racimo de noches desmigajadas en los labios de ella
y la incapacidad de leer.
Una calle travestida de árboles en tus pupilas
nada más cercano a tu mano
una notebook, un radioteléfono ensalzan tu modernidad
y renuncias a tu nombre y a tu sombra.
El cadáver de un poeta revolotea como una polilla entre las calles de Miraflores
cuando la palidez de la noche se asienta sobre el parque Kennedy
y los fletes esperan que el dinero gotee sobre sus espaldas,
las muchachas sonríen, sus ojos entrecerrados y olor a orégano
mientras te engulles algo esperando no resbalar en una acera
nada que incomode tu torre.