Ali g y la imposible entrevista a Noam chomsky

http://youtube.com/v/fOIM1_xOSro

Ali G. es uno de los personajes más contradictorios del genial comediante Sacha Baron Cohen, a quien por estos lares conocen como Borat. Tiene un show -actualmente retransmitido por Sony- en el que combina conversaciones, bromas del peor gusto y su pasión por ser políticamente incorrecto

Ali G. el personaje, es un rapero ingles de origen judio pero que gusta expresarse como un ganzta cualquiera del Bronx; sin embargo no todo es broma, o no pocos lo toman en serio, aqui Noam Chomsky le regala algunas par de respuestas.

Seroquel Galaxy….

El medico me hace preguntas durante una hora, desde mis heroes literarios hasta el porque prefiero alejarme del resto; hablamos de mi infancia, de mis relaciones amorosas -cinco minutos y ya- de las cosas que llaman mi atenciòn, de mi contradictorio gusto que va de Cioran a Popper de Bjork a The Jesus & Mary Chain, de las cosas que hice en mi ùltimo viaje y no le conte a nadie, de mis fin de semanas, de los amigos que ya no estan, suena una alarma, y con un poco de pena me dice «tengo que medicarte».
Un nuevo médico, una nueva aventura en busqueda de las mismas respuestas ¿hay forma de ser feliz?…ahora es lunes y del fin de semana casi no recuerdo nada.
Bueno recuerdo que el viernes busque hasta tarde un lugar donde sentirme tranquilo, que el sabado, a pesar de lo brumoso que era todo, B. me hizo reir durante un almuerzo de casi dos horas del que nos costo recuperarnos; hoy lunes me llamaron a recordarme una llamada telefonica que no recuerdo haber hecho, culpa del ritrovil de seguro, hable con mi madre y no recuerdo cuando fue la ultima vez que le dije cuanto la queria, para estar seguros se lo dije ahora, tenia la impostergable necesidad de decirselo, y ella no se lo esperaba…
S. me llama preocupada por los efectos de la medicina, quiere saber como veo el mundo, igual de gris le respondo, solo que ya no me angustio por ello.

LOS PERROS ROMÁNTICOS: un poema de Bolaño

LOS PERROS ROMÁNTICOS

En aquel tiempo yo tenía veinte años
y estaba loco.
Había perdido un país
pero había ganado un sueño.
Y si tenía ese sueño
lo demás no importaba.
Ni trabajar ni rezar
ni estudiar en la madrugada
junto a los perros románticos.
Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu.
Una habitación de madera,
en penumbras,
en uno de los pulmones del trópico.
Y a veces me volvía dentro de mí
y visitaba el sueño: estatua eternizada
en pensamientos líquidos,
un gusano blanco retorciéndose
en el amor.
Un amor desbocado.
Un sueño dentro de otro sueño.
Y la pesadilla me decía: crecerás.
Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto
y olvidarás.
Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.
Estoy aquí, dije, con los perros románticos
y aquí me voy a quedar.

Roberto Bolaño