el señor presidente

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Quizás sea por el entumecimiento causado por un catarro que me confinó en cama, y por eso azhares del zapping ayer me topé con una entrevista al presidente de la república, que valgan verdades de entrevista no tuvo nada, parecía uno de esos mpnólogos atribilados, pero mejor pulidos que el tan denostado Hugo Chavez suele endilgarle a sus compatriotas a través de su Alo presidente.

Pensé que en el Perú los canales de televisión y los periodistas, ya con la democracia reinstalaada y fujimori sentado en el banquillo de los acusados, habían recuperado los colores, y el miedo se les había sacudido del cuerpo, pero lo de anoche me hizo recordar los años noventa en que no había periodista al que el soberano de turno le respondiera una sola pregunta que estuviera fuera de un libreto pre construido; si en los días anteriores la prensa se ocupaba de la baja estima que por lo menos eso dicen las encuestas los peruanos le tienen a su actual mandatario, y los lleva y trae de toda la vida explican a gritos que se trata de problemas de comunicación los que existe entre el ejecutivo y la población.

No creo que el ejercicio verborreico de Garcia sirva para mejorar su imagen, surgen suspicacias, en primer lugar por la actitud de la periodista que no preguntó nada de lo que debía y dejó que García respondiera lo que quisiera, en segundo lugar porque el canal que tuvo la exclusiva tiene un serio problema por venir, si los cuestionamientos judiciales a su principal accionista prosperan y en tercer lugar, porque en este mundo globalizado, no resulta precisamente elegante ver en televisión abierta tamaño intercambio de favores entrelíneas -lease entrepreguntas- entre un presidente en problemas y arisco a los periodistas independientes y brodcaster en problemas por justamente haber obtenido del Estado peruano una compensación harto discutible.

Una pena por el periodismo, una pena porque se perdió la oportunidad de escuchar del presidente respuestas serias a los problemas serios y reales que tiene el País, y finalmente porque estas prácticas ya parecían desterradas, pero alguien en un acto de desesperación las ha revivido y he allí el resultado.

Aunque no debería sorprendernos porque en las últimas semanas Cecilia Valenzuela se ha mostrado lista para justificar lo injustificable y en algunos de sus programas pasados -el video ronda por you tube- llega al extremo de defender la violación de derechos humanos en el primer gobierno de García con una tesis que solo podría haber sido extraido de algún libreto escrito por un extraviado en estado de trance lisérgico.

Alan el Rehen según Valenzuela

Janis Joplin – Summertime (Live Gröna Lund 1969)

http://youtube.com/v/mzNEgcqWDG4

esa misma canción se convierte en un grito desgarrador en Janis, ya no importa que se trate de la misma canción, se trata de la forma en que se pueden frasear los mismos versos, la intensidad de la historia contada desde los años turbulentos que hicieron posible casí o todo lo que ahora escuchamos

Sobredosis Indie

No queda claro, creo a nadie, cuales son los límites del llamado indie pop, qjuien califica? quien no? si hay límites del presupuesto?, podriamos discutir si se trara solo de una reelaboración de la primitiva filosofía punk de hacerlo uno mismo, si se y trata de ser excluidso o de preferir excluirse, de hacer la música que a uno le nace y no la que te impone un productor; quines escuchan estas voces? quienes van a sus conciertos? que hay en ellas que despierta curiosidad, no lo sé, un poco las melodías, un poco el atrevimento, la manera de enfrentar el hecho de hacer canciones, algunas las más bellas que haya escuchado en este último tiempo, creo que es lo que las une y las divide, la etiqueta de artisya indie ¿que nadie pregunte cuantos discos vendieron?