La tenìa facil.Y sin embargo Marty se equivocò.
Por eso no me sorprende que a pesar de llegar diez minutos tarde la pelìcula aùn no hubiere empezado. Sabado. Medio día. He sido el único que se ha arriesgado a comprar un ticket para ver los infiltrados.
Tuvo publicidad, le dieron presupuesto, los actores que pidiò, el guiòn no creo que necesitarà demasiados retoques, salvo decir el nombre de la ciudad que se eligirìa para filmar, y sin embargo la pelìcula no funciona.
Y aunque es un espectaculo que atrae nuestra atenciòn durante todo el metraje, al final una rara sensaciòn nos advierte que nos hemos perdido de algo, que la experiencia es incompleta, que alguna cosa falla y no sabemos bien que.
Luego de un par de dìas y de darle una nueva mirada a ese clàsico del cine asiàtico que es Infernal Affairs (que horrible traduccion) reparo en que una pelìcula con el tipo de conflicto emocional sobre el que se ampara necesita mucho de los actores, y claro es aqui donde el director y sus propòsitos pueden lograr el triunfo o desplomarze a los abismos del fracaso.
Ni Di Caprio, Damon o el propio Nicholson le aciertan. No es que sus actuaciones sean malas, sino que lo hacen en velocidades distintas y nunca logran acoplarse al ritmo conjunto de la pelicula, nunca logran darle el toque exacto a sus personajes, no son creibles para nada, y el producto final lo atestigua. Di Caprio sigue pareciendo el de Titanic, todo pucheritos y cejas, Damon sigue siendo el agente Jason Bourne, y el gran Jack parodia su propia actuaciòn del guasòn.
Hacer remakes no se trata solo de actualizar, adaptar o copiar planos, hay en esa suerte de homenaje y recrecion un arte sutil para sugerir nuevas lecturas, mostrar otros angulos o hacer enfasis en cosas que se nos pasaron por alto, embellecer, redecorar mostrar la firma personal de quien realiza la nueva versiòn, nada de estoy hay en esta pelìcula de Scorsese de quien esperaba ahora si, el carpetazo final en el cine de gansters, y que con esto sòlo ha logrado desilusionarme un poco…màs.