¿El Porqué de las cosas?

Hace años, muchos años,  tuve un blog del mismo nombre, ya había olvidado la necesidad de decir cosas que a nadie más pueden importale, sin embargo hace unas noches volví a leer a Raymond, y aún me siento como el personaje de un largo adiós, eso y otras cosas me tienen aquí de nuevo, con más años, otras historias, y la misma necesidad de compartir.

Pd: Una línea de Chandler, la misma línea inspiro esta novela de Soriano, que siempre aliento a leer o releer, nunca deja de ser divertida.

Pd. Hoy descubrí que tenía otro blog, osea este blog, que abandone  no recuerdo cuando, es decir la segunda vez que digo que inició, no se si sea verdad, pero supongo que esta casualidad, sobre lo que ya había olvidado es una señal (no importa el qué o el cómo).

Un punto de partida

Debería haber dicho esto antes, pero no encontraba la forma de decirlo, o simplemente la vida me alejó tanto de las cosas que disfrutaba tan profundamente, como compartir cosas de aquí y de allá, que por algún motivo, el tiempo y la desidia se encargaron por la vía de los hechos de refrendar lo que no hicieron las palabras.

Hace unas semanas, quizás nadie lo noto, este blog desapareció, fue borrado, y esa fue para mi una señal que algo más debía haber antes del acto final, por lo pronto, recuperar un trozo de mi memoria que se funde con cada una de las entradas que aquí publique a través de los años, siento que me queda muy poco que decir por esta esquina, si les provoca, si les sobra el tiempo y la curiosidad, si el azar lo permite, quizás nos encontremos en el otro lado del espejo, para todos los que me acompañaron y encuentren esta botella flotando en el mar de las letras, solo me queda decirles adiós y gracias.

Para todos quienes descubren esto por primera vez, solo me queda decir, bienvenidos.